Sunday, 17 September 2017

Amigas de la infancia

Estoy triste por ti
pero más que triste por ti, estoy triste por mi.
Porque, cuando bridaba por ti,
También brindaba por mi, mi amiga.

Y ya han pasado diez años: 
piensa en diez caídas.
en diez veces sueños sobre papel
en preguntar hasta diez
con quien,
cómo,
por qué.

Piensa en justo antes de empezar a morir.
Uno, dos, diez.

Y ahora, 
sentadas en las fachadas de nuestras vidas,
con la copa en alto, 
gracias a Instagram, sabemos por qué brindar:
los amores, los logros, los subidones.

¿Y qué te queda?
Porque cuando todo va bien algo te falta.

Madurar
era eso:
Estar ahí con un plan. Poner el desorden boca abajo, ocupando el espacio justo, junto a las cajas del pescado que se pudre.


Pero mientras tú me hablabas, he pensado en nosotras.
En el batir de alas.
En las horas que construyen un prólogo sobre la superficie herida.
En cuánto tiempo hace que ya no escribo.
Y en que, sin embargo, eso también es la vida.

/// ENGLISH VERSION ///

Childhood friends

I'm sad for you
but more than sad for you, I'm sad for me.
Because when I toasted for you,
I also toasted for me, my friend.

And ten years have passed:
think of ten falls ...
of ten times dreams on paper
of asking till ten
with whom,
how,
why.

Think about right before we starting dying:
One, two, ten.

And now,
sitting on the front porch of our lives,
we raise our glass,
and thanks to Instagram, we know why to toast:
for the loves, for the achievements, for the highs.

And what do you have left?
Because when everything goes well, something is missing.

To mature
was that:
To “be there” with a plan. To put the disorder upside down, occupying the minimum space right next to the boxes of the rotting fish.


But, while you were talking to me, I thought of us.
Of the flapping of wings.
Of the hours that build a prologue on the wounded surface.
Of for how long I haven’t been writing.
And that, despite everything, that is also life.


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